Monday, June 23, 2008

Florencio Sánchez


Nace en Montevideo, primogénito de trece hermanos. Viene al mundo durante una época de asonadas políticas y revolucionarias que convulsionan al Uruguay. Su infancia transcurre en varias ciudades de provincia, donde, ya adolescente, hace periodismo dentro de una vida bohemia de pobreza desordenada y altivez indoblegable. En febrero del 75, su familia se traslada a Treinta y Tres, donde empieza su aprendizaje de las primeras letras; luego, en Minas, cursa los grados de la escuela primaria, única enseñanza sistemática que recibe. En julio de 1891, comienzan a aparecer en el diario minuano “La Voz del Pueblo”, algunas breves notas satíricas, que firma con seudónimo. De 1892 datan sus primeros intentos de escribir para el teatro; a mediados de ese año llega a Buenos Aires y consigue trabajo en La Plata. Dos años después ejerce el periodismo en Montevideo: en “El Siglo” y después en “La Razón”, por largo lapso.


Al producirse el levantamiento de Aparicio Saravia, Sánchez participa de la revuelta en las filas del caudillo nacionalista. Durante cuatro meses de 1898 dirige en Mercedes un periódico, “El Teléfono”, y hacia fines de ese año va a Rosario para trabajar en “La República”, diario orientado por Lisandro de la Torre, en el cual será sucesivamente redactor, secretario y director. Los horrores y miserias de la guerra, así como el empleo inútil del valor, lo desengañan, como si el uruguayo viviera solo para blandir su coraje ante la muerte. Por esta época la ideología de Sánchez sufre un vuelco hacia posiciones liberales o francamente anarquistas (su pasaje por el Centro Internacional de Estudios Sociales de Montevideo lo certifica); y también por esos tiempos da forma a sus primeras incursiones escénicas: ¡Ladrones! (borrador de Canillita) y Puertas adentro.


Durante el 1900, reside en Buenos Aires, donde conoce a varios hombres de letras -Joaquín de Vedia, Roberto J. Payró, José Ingenieros, Evaristo Carriego, entre otros-; se enlaza con Catalina Raventos, con quien se casará en 1903; frecuenta los cafés de la bohemia porteña y colabora bajo seudónimo en el semanario anarquista “El Sol” y en “Caras y Caretas”. Al año siguiente lee sus famosas Cartas de un flojo en Montevideo y regresa a Rosario, para proseguir con su labor periodística; después de una ordenanza municipal prohibiendo La gente honesta, logra que en esa ciudad la Compañía española de Enrique Lloret ponga en escena Canillita en 1902. El 13 de agosto de 1903, Jerónimo Podestá le estrena en Buenos Aires M´hijo el dotor, que alcanza un éxito extraordinario. A fines de 1905 se traslada a una casa en Banfield, localidad del Gran Buenos Aires, donde ha de vivir con su mujer, su hermano Alberto, una prima , una calandria y una garza amaestrada.

Entre 1904 y 1909, Florencio Sánchez viaja con frecuencia a Montevideo (en 1907 pasa unos meses en una estancia de Florida para recuperar su salud aquejada de problemas respiratorios) y sigue colaborando en el periodismo, si bien en forma cada vez más esporádica; pero su actividad fundamental es su teatro que se estrena en ambos lados del Río de la Plata: Cédulas de San Juan, La pobre gente y La Gringa (1904), Barranca abajo, Mano Santa y En familia (1905), Los muertos, El desalojo y El pasado (1906), Los curdas, La Tigra, Moneda Falsa, Nuestros hijos y Los derechos de la salud (1907), María Gruni (1908) y Un buen negocio (1909). En la mayoría de estas obras, se refleja la realidad nacional de ambos países rioplatenses, verdad que a través de su lente pesimista hacía que sus personajes no alcanzaran la redención. Florencio Sánchez, de este modo, puede decirse que fue el creador del teatro nacional culto sin proponérselo, un teatro que él consideraba regionalista. A fines de 1909, parte hacia Europa designado por el presidente uruguayo Claudio Williman en labores artísticas. Génova, Milán, Roma, Niza serán serán sus lugares de residencia, mientras su enfermedad pulmonar avanza inexorable: el 7 de noviembre de 1910, muere en un cuarto del hospital de caridad milanés “Fate Bene Fratelli” con sólo treinta y cinco años de edad.

0 Comments:

Post a Comment

<< Home